Buenos hábitos alimentarios desde la infancia

Buenos hábitos alimentarios desde la infancia

¿En qué consiste una dieta sana? Según la OMS se trataría de una dieta que nos ayude a protegernos de la malnutrición, así como de enfermedades no transmisibles tipo diabetes o enfermedades cardiovasculares.

Como es lógico, el momento ideal para introducir unos buenos hábitos alimentarios es en la infancia, porque de este modo, ya desde pequeños, se acostumbren a llevar una dieta sana y equilibrada. Hoy en día, en cambio, tengo la sensación de que muchas veces comemos mal y cada vez nos alejamos más de la dieta mediterránea

Me pregunto si comemos mal porque somos indisciplinados o también porque hay un exceso de comida-basura a nuestro alcance. Por ejemplo: ahora mismo no recuerdo haber ido a ningún restaurante en el que el menú infantil sea algo distinto de los clásicos macarrones, pollo rebozado, hamburguesas o nuggets con patatas fritas. ¿Es que ya estamos dando por hecho que eso es lo único que comen los niños? Muy pocas veces en sus menús se incluye como guarnición ensalada o verduras y ya no digamos legumbres o platos de cuchara.

Es sorprendente que por un lado vivamos en una sociedad mucho más informada y concienciada en temas de alimentación y que, por otro, cada vez más se abuse más de comida rápida, con el consabido exceso de azúcares, sal y grasas. En el menú semanal del niño tiene que haber de todo: verdura, legumbres, cereales, pescado, fruta, leche, lácteos…

Estoy convencida de que si los niños se acostumbran desde pequeños incorporaran estos hábitos a su vida sin ninguna complicación y una buena manera de empezar es en la propia casa, controlando la existencia de chucherías, bollería industrial, zumos…, porque si tienen al alcance una manzana o un bollo de chocolate seguramente se inclinarán más por lo segundo.

Tenemos que inculcarles a que prueben de todo, hay muchas cosas que a priori no les gusta por la apariencia pero luego les acaba encantando. Mis hijos se acostumbraron a tomarse la leche sola -sin cacao- y ahora así les encanta. ¡Todavía recuerdo las primeras veces que les pusimos el yogur con copos de avena natural y las caras que pusieron! Pues ahora se lo toman sin rechistar y lo combinan con trocitos de fruta y creo que es ahora que son pequeños cuando tienen que empezar a saber controlarse y a tener buenos hábitos.

Muchas veces la comida les entra por los ojos, así que seamos originales en nuestros platos y si es verdura juguemos con una bonita composición con los colores o las formas. No tiremos la toalla antes de tiempo, pues es posible que algo que no les gusta de primeras les acabe gustando con el paso de los días.

También es importante hacerles partícipes de la comida, que aprendan a conocer y tratar los alimentos, que vayan con nosotros al mercado pero para que nos ayuden a hacer una compra equilibrada y saludable y no para que llenen el carro de toda la bollería o chocolates que se encuentren por los pasillos. Y es bueno dejarlos que se metan en la cocina, ya que si ellos han colaborado en la preparación de un menú disfrutarán mucho más comiéndolo.

Hoy en día el tiempo que dedicamos a la alimentación resulta cada vez menor. El trabajo, las prisas, el estrés nos conducen a dedicarle el mínimo tiempo y llegamos hasta el punto de abrir la nevera y comer lo primero que encontramos. El resultado es que, al final, el menú semanal puede llegar a ser bastante desequilibrado, de ahí la importancia de la planificación.