¿Eres de las que te quejas del aspecto de tu piel? ¿Te la notas más apagada o envejecida? Seguro que más de una vez te has fijado en la piel de alguien que conoces y has pensado en qué bonita la tiene. Aunque la genética juega –como en muchas cosas- un papel importante, en la mayoría de los casos detrás de esa bonita apariencia se esconde al menos una rutina de belleza.
Hoy en día, no será por cremas y tratamientos porque hay tanta oferta que los más fácil es muchas veces no saber ni qué comprar o por qué tipo de crema decantarse.
Vamos a repasar algunos consejos básicos que te ayudarán a mejorar el estado y la apariencia de tu piel.

Protegerse del sol durante todo el año. Seguro que es una frase que escucháis a menudo pero lo cierto es que son muchos los que sólo se protegen del sol en verano. Esta misma semana la AEDV ha creado la fundación Piel Sana, una web para concienciarnos de la importancia del cuidado de la piel. Desde la AEDV nos insisten que una sobreexposición a la radiación UV acelera el proceso de envejecimiento prematuro o fotoenvejecimiento, que se manifiesta en las zonas más expuestas como son el cuello, la cara y las manos, con la aparición de manchas, arrugas muy marcadas, pérdida de elasticidad y engrosamiento de la piel.

Hidrata la piel. Aplícate una hidratante a diario y elígela dependiendo de tu tipo de piel. Una piel hidratada luce muchísimo más suave y lisa, además de tener un aspecto más sano y rejuvenecido. Es un imprescindible para todo tipo de pieles y no sólo para las más secas. Me gusta especialmente Effaclar Matt de La Roche Posay

Duerme lo necesario. Acuéstate pronto y no vayas acumulando pocas horas de sueño, porque sin ninguna duda se reflejarán automáticamente en el estado de tu piel. De hecho dormir y beber agua son dos pasos sencillos que los puedes incorporar a tu día a día.

Cuida la alimentación. Recuerda aquella frase de que la belleza está en el interior, ya que si nuestro cuerpo no recibe todos los alimentos y nutrientes necesarios también repercutirá en el estado de la piel. Así que apúntate a la dieta mediterránea.

Limpiar y tonificar. Una buena limpieza facial tanto por las mañanas como por las noches, ayudará a mantener el poro más cerrado y por lo tanto más limpio y facilita conseguir mejores resultados con los tratamientos posteriores. La limpieza facial es un paso que no te puedes saltar. Después tonifica la piel ya que además de eliminar los pequeños residuos la prepara para la aplicación del serum o tratamientos posteriores. Yo soy muy fan del agua micelar pero podéis encontrar todo tipo de opciones

¿Te aplicas mascarillas? Si no es así empieza a usarlas, no es necesario hacerlo todos los días, con que lo hagas una vez por semana es suficiente y notarás un extra de energía para tu piel. Una de mis preferidas es la mascarilla calmante hidratante de Avéne, indicada sobre todo en casos de rojeces difusas, irritación cutánea, tirantez…
 
Exfoliantes: Te ayudarán a conseguir ese efecto buena cara ya que eliminan las células muertas y estimulan la microcirculación. Elígelas siempre adaptadas a tu edad y tipo de piel. Si tienes la piel sensible te gustará la exfoliante suave de Avène

Está bien que ocasionalmente completes tus rutina de belleza diaria con tratamientos más específicos, pero muchas veces menos es más. Quiero decir que es preferible que seas constante en pequeñas y fáciles rutinas diarias a someter tu piel a tratamientos más complejos y sin constancia.