Para el artículo de hoy contamos con la colaboración del Doctor Madruga, médico rehabilitador de la Unidad de Ondas de Choque Sendagrup de San Sebastián (Guipúzcoa), que nos habla de los beneficios del aceite de oliva virgen extra para nuestra salud.
La utilización de aceites vegetales en la vida cotidiana, tanto su uso gastronómico, religioso, como otras aplicaciones habituales, acompañó a la humanidad desde tiempos inmemoriales. El origen de la producción de aceite de oliva hay que buscarlo en la cuenca del mediterráneo, siendo difundido por los griegos y los romanos durante sus colonizaciones.
El aceite de oliva es el pilar básico de la dieta mediterránea (considerada una de las más saludables del mundo), su alto consumo es lo que mejor caracteriza a esta dieta.
La utilización del aceite de oliva en la cocción y aderezo de los alimentos vegetales, como las verduras y las legumbres, permite realzar su sabor y facilita mucho su consumo. Esto es muy importante por las propiedades saludables de una dieta con un alto contenido en alimentos vegetales. Además, el propio aceite de oliva se considera una grasa muy saludable, sobre todo si es virgen o virgen extra.
Aparte de ser el más natural, el aceite de oliva virgen extra es el más beneficioso, ya que conserva todos los componentes saludables de las olivas, entre ellos la vitamina E y otros potentes antioxidantes, que se pierden en gran parte con el refinado. El principal componente graso del aceite de oliva es el ácido oleico, que contribuye a reducir las cifras de colesterol.
En la prestigiosa revista médica New England Journal of Medicine se publicó en el 2013 los resultados de un estudio llamado PREDIMED (acrónimo de “Efectos de la dieta mediterránea en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular”) y han constatado, que en las personas con alto riesgo cardiovascular, que siguen una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra, la incidencia de padecer eventos cardiovasculares mayores (infarto agudo miocardio, ictus, o muerte por causas cardiovasculares) se ve reducida.
También se han hecho diferentes estudios en personas con diabetes, que indican que una dieta con aceite de oliva virgen extra ayuda a controlar mejor la glucosa en sangre y es mucho más apetecible que la dieta baja en grasas de todo tipo, que es la recomendada habitualmente a los diabéticos, pero es muy difícil de seguir.
Aparte de las evidencias científicas para recomendar la utilización del aceite de oliva como grasa culinaria, debe destacarse, que el tipo de grasa que contiene hace que sea más resistente al calor que las grasas de los aceites de semillas, siendo el aceite de oliva el más recomendado para las cocciones.
Podríamos concluir que el aceite de oliva virgen extra es una excelente grasa vegetal, que utilizándola de una manera regular hará que tengamos menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, en definitiva, vivir más tiempo con mejor calidad de vida.