Cómo mejorar la comunicación dentro de la familia

Cómo mejorar la comunicación dentro de la familia

Hace unas semanas leí en el ABC una entrevista en la que Alfonso Armada dialogaba con el filósofo de moda, el coreano Byung-Chul Han. Se ha hecho famoso por una serie de breves ensayos en los que reflexiona sobre el tipo de vida que llevamos y que conduce al agotamiento físico, moral y psicológico. Este miércoles, Daniel Capó recogía precisamente en su columna algunas de estas ideas, mientras nos hablaba de un término japonés que yo desconocía: karoshi. Entrecomillo sus palabras: “A principios de la década de los ochenta, los japoneses empezaron a utilizar la palabra Karoshi para designar las muertes causadas por el exceso de trabajo. El karoshi sería la consecuencia del estrés laboral: los ictus y las embolias entre los jóvenes; los infartos tempranos; los suicidios causados por el burnout; etc”. No sé vosotros qué opináis, pero entiendo perfectamente a lo que se refieren Han y, después en su artículo, Capó. A menudo, la vida nos lleva a un ritmo asfixiante entre el trabajo, los niños, las extraescolares, la casa, la vida social, el gimnasio, etc.; y aunque queremos llegar a todo no encontramos el tiempo suficiente. Es la esclavitud del multitasking o multitarea que hace que mientras preparamos un caldito en casa, contestamos correos de trabajo y ayudamos en los deberes a nuestros hijos. La consecuencia más obvia, además del estrés que ocasiona, es que perdemos el foco de lo importante. De hecho, hay neurocientíficos que sostienen que la capacidad del multitasking es, en realidad, un mito y que sólo podemos hacer bien una cosa en cada momento. Yo también lo creo.

Unas reflexiones similares las leí este fin de semana en un portal en inglés que suelo consultar con frecuencia, healthychildren.org, y que os recomiendo. En ese post hablaban acerca de cómo mejorar la comunicación dentro de la familia. Por ejemplo, en relación con nuestros hijos, ¿les dedicamos realmente el tiempo suficiente y, sobre todo, un tiempo de calidad? ¿Sabemos lo importante que es para ellos? En un post anterior ya os escribí sobre las conclusiones del prestigioso The Harvard Grant Study y los consejos de healthychildren.org van en una línea similar. Os paso las cuatro recomendaciones principales del portal:

– Estar disponible: haz un stop y dedícales a tus hijos tiempo de calidad, aunque sean 10 minutos al día para poder hablar, jugar, reír, mirarles a los ojos, sin interferencias, sin tele ni Ipad ni llamadas al móvil. La costumbre de leerles cada noche un cuento – o el capítulo de una novela – es genial, además de predecir el futuro éxito académico de los chavales, de acuerdo con el Informe internacional PISA.

– Escucha con atención lo que tienen que contarte tus hijos. “Así ellos se sentirán valorados y queridos por ti”.

Muestra empatía hacia los sentimientos de tus hijos, no los ridiculices ni les quites importancia. De este modo les va enseñando a controlar y modular sus emociones, a reflexionar y a verbalizar sus sentimientos.

– Finalmente, intenta ser un buen modelo. Emplea el lenguaje y el tono verbal que quieres que tus hijos utilicen. Que aprendan de nosotros fortaleza y calma, curiosidad y honradez, firmeza cuando es necesario, pero nunca la falta de afecto. Seguro que a la larga este ejemplo cala.

Espero que estos consejos os sirvan tanto como a mí.