¿Sabes desmaquillarte?

¿Sabes desmaquillarte?

¿Sabes desmaquillarte?
Aunque os parezca algo básico y que todo el mundo sabe hacer, os sorprendería conocer cuántas mujeres no saben desmaquillarse correctamente. De hecho, hay muchas que tampoco están concienciadas de la importancia que tiene esta pequeña rutina de belleza.
Es una rutina obligada para mantener una piel más joven y radiante, ya que muchas veces las impurezas se acumulan en las arrugas y líneas de expresión. Además que de nada nos servirán todos los productos que usemos a lo largo del día si actúan sobre una piel que no esté limpia.

¿Cuándo me desmaquillo?       
Lo ideal es hacerlo dos veces al día. Por la mañana y por la noche, incluso aunque no te hayas maquillado, ya que hay factores como el clima, las impurezas del ambiente, el polvo… que también afectan a nuestra piel. Muchas veces lo hacemos de forma rápida y os sorprendería comprobar cómo a la mañana siguiente, si volvemos a desmaquillarnos, aún quedan restos de maquillaje.

¿Es aconsejable desmaquillarse para volverse a maquillar?           
Sin ninguna duda. Son muchas las ocasiones en la que después de un día de trabajo tenemos algún compromiso laboral o bien una simple cena con amigos… y ¿qué hacemos en estos caso? Pues si ya no queda ni rastro del maquillaje que nos pusimos a primera hora del día, nos volvemos a maquillar encima y el resultado no será nada bueno: uniremos nuevo maquillaje al resto que nos quedaba, obteniendo un efecto máscara que no mejorará nuestro tono de cara. Es aconsejable que os desmaquilléis antes y volváis a aplicaros el maquillaje: ¡notaréis la diferencia seguro!

Cada tipo de piel requiere un producto determinado
Actualmente contamos en el mercado con una amplia y variada gama de productos, así que seguro que no tenéis problema en encontrar el que más conviene a vuestra piel. Podemos distinguir los siguientes tipos:

  • Seca: Son pieles que muestran signos de tirantez y aspereza. Se suelen ver opacas y apagadas. Son más propensas a la aparición de arrugas.
  • Grasa: Textura grasa, untuosa, con brillos y poros más visibles. Propensa a los puntos negros, comedones, acné.
  • Mixta: Es una mezcla de seca y grasa. Más grasa en la zona T (frente, nariz y barbilla), donde pueden aparecer imperfecciones cutáneas y más seca en la zona de las mejillas.
  • Sensible: Muy propensa a las reacciones alérgicas. Se irrita con mucha facilidad. Tienen más intolerancia a los cosméticos en general.

Si alguna de vosotras no lo tenéis muy claro, en cualquier centro estético os informarán en un momento de cuál es vuestro tipo. Incluso muchas marcas disponen en su página web de un diagnóstico de la piel y respondiendo a unas sencillas preguntas os dirán cuál es vuestro tipo, sus características y necesidades. Os podemos recomendar el de Vichy

Tipos de desmaquillantes ¿Cuál elijo?
                    
Leches: El clásico entre los clásico. Está más aconsejado para las pieles secas, se aplica y masajea sobre la cara y se retira con la ayuda de un algodón.
Gel: Más recomendado para pieles mixtas o grasas, es rápido de usar, se aplica sobre el rostro y al humedecerse con agua hace espuma y sólo hay que aclararlo. Es cómodo para usar por ejemplo en la ducha de primera hora de la mañana.
Aceite: Indicados para las pieles más secas ya que al ser más tirantes la sensación untuosa del aceite resulta agradable. Son muy útiles para eliminar los maquillajes más resistentes al agua.
Toallitas: Muy cómodas y súper rápidas aunque igual más recomendadas para usarlas cuando estamos de viaje o para tenerlas a mano ante cualquier imprevisto, incluso como complemento para terminar la limpieza diaria. No recomendado para pieles muy secas ya que igual no os resultan del todo agradables.
Jabones: Es la opción preferida para las que os gusta este tipo de formato en pastilla. Parece una pastilla de jabón pero no lo es, es un pan dermatológico y no contiene jabón. Suelen ser muy cremosas por lo que les iría mejor a las pieles secas y a las sensibles.
Agua micelar: Limpiador novedoso que retira el maquillaje tan sólo pasando por el rostro un algodón o disco impregnado del producto. Es muy cómodo de usar y no necesita complementarse con un tónico después, ya que deja una sensación fresca y agradable. Muy recomendado para pieles grasas.

Al final es cuestión de ser disciplinado y tomárselo como una rutina diaria de la que no podemos prescindir. Con este sencillo paso notaremos que nuestra piel está más luminosa y oxigenada y por supuesto menos envejecida.

¿Y vosotras, sois perezosas a la hora de desmaquillaros? ¿Tenéis algún truco para no despistaros? Os animo a compartirlo!

Los comentarios están cerrados.