Es una pregunta que nos soléis formular con bastante frecuencia en la farmacia. El tema pelo da para mucho y me he dado cuenta de que tenéis algunas dudas que vamos a intentar aclarar.
¿Con cuánta frecuencia me tengo que lavar el pelo?
La verdad es que no hay un respuesta universal ya que depende del tipo de pelo de cada persona, pero la respuesta más sencilla es que hay que lavarlo cuando esté sucio. Hay pelos que aguantan más días limpios y otros que tienen más tendencia a engrasarse y que, por tanto, requieren de una mayor frecuencia de lavado.
¿Qué tipo de champú utilizo?
El champú más recomendable si hablamos de un pelo y cuero cabelludo sano es un champú neutro, es decir un champú suave de uso frecuente que limpie. Si el pelo está sano pero tenemos problemas de caspa, exceso de grasa, pelo áspero-seco o rizado podemos encontrar champús específicos para tratar cada necesidad.
Aunque parezca una tontería, elegir el champú adecuado no es tan sencillo, sobre todo con la gran cantidad de opciones que podemos encontrar hoy en día. Es importante conocer el tipo de pelo que tenemos y elegir el champú en función de él.
Si hablamos de un cuero cabelludo con problemas de psoriasis, dermatitis atópica, infección por hongos u otro tipo de problemas, hay productos con principios activos específicos. Así que, es importante consultar el problema con un especialista para tratarlo, ya que en este caso no necesita un champú de higiene, sino de tratamiento de la enfermedad.
No porque a tu amiga le funcione un determinado tipo de champú te va a funcionar a ti. En definitiva, conoce las características de tu pelo para saber elegir.
¿Cómo me lo lavo?
Aunque parezca algo obvio no todo el mundo se sabe lavar el pelo correctamente.
Hay que poner una pequeña cantidad de champú en la mano y masajear de forma suave y con movimientos circulares el cabello, mejor con agua tibia ya que facilita la eliminación de la grasa.
Otro fallo que cometemos a veces es el aclarado y, quizá, es la parte más importante del lavado. Dedícale tiempo y asegúrate de que el pelo esté bien aclarado para que no queden residuos del champú. También se aconseja terminar el aclarado con agua fría para estimular la circulación.
Después de lavarlo no lo frotéis excesivamente con la toalla, secarlo con pequeño toques o envolverlo para que se absorba el exceso de agua. Si lo podéis secar al aire mucho mejor y si no siempre a baja temperatura.
Aquí vamos con otra mítica pregunta: ¿Se cae más si lo lavo a diario?
No. En realidad el pelo que se cae con el lavado podemos decir que es pelo viejo o muerto que se cae porque ya se le acabó su ciclo y se caería igual aunque pasásemos más tiempo sin lavarlo.
Por último, y en relación a la famosa moda implantada por algunas famosas del non poo o lo que es lo mismo lavarse el pelo sin champú y sustituirlo por agua, bicarbonato o vinagre la AEDV es muy clara al respecto “el champú elimina la grasa producida por las glándulas sebáceas, donde quedan atrapadas las células muertas del cuero cabelludo, la suciedad, o las sustancias que nos apliquemos en él, como lacas, gominas, etc. Esta grasa o sebo debe eliminarse periódicamente por razones que van más allá de lo meramente estético, ya que supone una importante fuente de microorganismos que pueden favorecer las infecciones”.
Así que, como cada pelo es un mundo, os aconsejo que busquéis el champú que mejor os vaya y veréis como conseguiréis mejores resultados. En la web tenéis una selección pero ya sabéis que si necesitáis cualquier producto los podéis solicitar a través de youfarma.es