Quien más quien menos, creo que todos somos muy conscientes de la importancia del calcio para la salud de nuestros huesos y dientes. Lo que quizás menos gente sepa es que el periodo clave para el fortalecimiento de nuestros huesos tiene lugar antes de la vida adulta, en la infancia y en la adolescencia. La realidad es que un niño o un adolescente que no tome a diario la cantidad suficiente de calcio no estará acumulando los depósitos que necesita para la salud de sus huesos, por lo que resulta probable que al cabo de los años termine desarrollando una osteoporosis.
Lo cierto es que la falta de calcio no deja de ser un problema silencioso, ya que al principio no ofrece pistas que nos permitan saber en qué estado se encuentran nuestros huesos. De hecho, se trata de un problema que aparecerá más tarde, cuando el tratamiento ya resulta mucho más complejo.
Los expertos en nutrición son cada día más conscientes de la importancia preventiva que tiene una buena alimentación para nuestros hijos. La salud cardiovascular, por ejemplo, se asienta ya en estas edades, al igual, por supuesto, que la densidad de nuestros huesos.
Eso supone que debemos ser especialmente conscientes de nuestro papel como padres, al equilibrar bien los menús, evitando las chuches y las grasas trans, el exceso de sal y de azúcar, etc. Dentro de ese menú, lógicamente juega un papel primordial una adecuada ingesta de calcio.
¿Qué alimentos son ricos en calcio?
– Los lácteos y todos sus derivados: leche, quesos, yogures, etc. Dos vasos al día puede ser una buena aproximación; yogur con cereales; sándwiches con queso, etc.
– Algas del mar. En especial, el alga hiziki y el alga wakame son riquísimos en calcio, además de en otros minerales, como magnesio.
– Sardinas en aceite, ricas además en las saludables grasas Omega-3
– Brócoli, espinacas, acelgas.
– Almendras, avellanas,
– Garbanzos, judías blancas.
– Higos secos.
– Tofu
¿Qué más podemos hacer para mejorar la salud de los huesos?
Os dejamos dos recomendaciones adicionales:
- Tomar el sol. La vitamina D que se obtiene de la exposición solar resulta especialmente importante para fortalecer los huesos. Los pediatras recomiendan al menos 10 minutos al día de exposición al sol, todos los días del año. La vitamina D, además, ayuda a mejorar la respuesta inmunológica de nuestro cuerpo.
- Practicar cotidianamente algún deporte -correr, caminar, saltar o bailar-, ya que el ejercicio favorece la deposición del calcio en los huesos, fortaleciéndolos de una manera natural. Sobre los beneficios del deporte – de la salud cardiovascular al bienestar mental- ya os hemos hablado en alguna otra ocasión. ¡¡¡Sencillamente la evolución no nos ha diseñado para el sedentarismo!!!