¿Líneas de expresión en el entrecejo, síntomas de flacidez, primeras arrugas, piel seca…? A partir de una cierta edad vamos notando pequeños cambios que nos avisan que nuestra piel necesita otro tipo de cuidado y de tratamiento. Llegados a este punto un buen aliado son las ampollas de proteoglicanos.
¿Qué son los proteoglicanos? Se tratan de una familia de macromoléculas naturales que ayudan en el mantenimiento, nutrición e hidratación de la piel. Dicho de otro modo, un tratamiento antiedad que repara la piel de los daños ocasionados por el fotoenvejecimiento cutáneo.
El paso de los años, el estrés, la contaminación del ambiente son factores que se reflejan en nuestra piel y que hacen que esté más apagada, como sin vida. Con el uso de estas ampollas de proteoglicanos los resultados son inmediatos, la piel se ve mucho más luminosa firme e hidratada. Estoy convencida de que muchas habéis oído hablar de estas famosas ampollas o conocéis a alguien que las ha usado y seguro que os comentan que los resultados se notan.
La caja contiene 24 ampollas. Se aplican sobre cara y escote haciendo un ligero masaje con la yema de los dedos hasta su total absorción. A continuación os podéis aplicar vuestra crema habitual. Las podéis utilizar por la mañana o por la noche, en los casos en los que me la aplico por la noche la piel se despierta mucho mas luminosa de lo normal.
Notaréis beneficios a corto y largo plazo y si aún no tenéis demasiadas arrugas su uso continuado ayudará a prevenirlas. Aunque hay quien las emplea como tratamiento flash para momentos puntuales, están más indicadas para usarlas de forma continua como un tratamiento que previene y repara los efectos del paso de tiempo.
¿Conocíais los proteoglicanos? ¿Los habéis usado? Contadnos vuestra experiencia.
Las podéis encontrar en este enlace.